3 de septiembre de 2014

Patiño. Versos libres.

   Para José María, mi cuñado marino.

"En costa lejana y en mar de Pasión, dijimos adioses sin decir adiós" 
Gabriela Mistral


Hermoso el día en que amanece
aguas domadas, piélago tranquilo
la brisa acariciando el pecho
cuando, soltando amarras, la proa enfila
el horizonte concreto de un destino,
una misión a cumplir, un desafío
que fundirá las manos y los brazos
de aquellos que fueron elegidos.

Hermoso el día en que amanece
y partir avante toda y surcar es la tarea
después de tanta espera y tanto tedio
para alcanzar a ver esas estrellas
que se esconden en tierra y sólo brillan
en medio de la noche del océano.

Hermoso el día en que amanece
en medio de la mar serena y tensa
dentro del corazón del tripulante
que en cubierta descubre el infinito,
y se siente mínimo y pequeño
en el sosiego más indescriptible.

Hermoso el día en que amanece
con pronóstico de furia y vendavales.
Ahí estás tú también, precisamente
para sedar el miedo y el canguelo
de aquellos a quienes la tormenta
hace añicos su ánimo y carácter.
Será entonces hermosa tu sonrisa,
dará seguridad a los que temen
y bailará el navío la mar embravecida
prietos los dos, rítmicos ambos
sin pasos falsos, sin sobresaltos
hasta el amanecer en paz,  tranquilo.

Hermoso el día en que amanece
para fundir las manos y los brazos
de aquellos que fueron elegidos
para alcanzar los astros invisibles.